La Inspección de Trabajo intensificará los controles para intervenir y prevenir los llamados «despidos de jubilación», por lo que mediante la simulación de un despido improcedente el trabajador se desvincula de la empresa, pasando a cobrar la prestación de desempleo y recibiendo una indemnización, habitualmente exente de tributación.
Precisamente, son la obtención indebida de prestaciones y de beneficios fiscales lo que persigue la Inspección, conductas en las que son responsables tanto trabajador como empresa, y que pueden dar lugar a importantes sanciones y responsabilidades para ambos, incluso incurriendo en ilícito penal.